Un escalofrío de horror recorrió Paraguay con el trágico triple femicidio ocurrido en la colonia San Alfredo, Naranjal, donde Cleverson Luiz Pires, un individuo sin escrúpulos, se ensañó con Wali Adiers Jaster (46 años) y sus hijas, Andresa (20) y Francieli (23).
Las autoridades descubrieron los cuerpos de las víctimas el 14 de febrero en su propia casa, tras una brutal escena que conmocionó al país.
La investigación reveló que Pires abusó sexualmente de madre e hijas antes de apuñalearlas hasta la muerte.
Una niña de 4 años, hija de Wali Adiers, sobrevivió milagrosamente a la masacre y fue encontrada en una habitación escondida dentro de la vivienda.
Pires fue capturado el 20 de febrero del mismo año tras una persecución por parte de las fuerzas policiales en Ñu Pyahu, Núcleo 3, distrito de Tavai, departamento de Caazapá.
La detención se llevó a cabo con la ayuda de evidencias recuperadas en el lugar del crimen y la colaboración ciudadana.
En el operativo también fueron arrestados Francisco Javier López Torres (40 años) y César B.V. (17), quienes aparentemente participaron en la logística del crimen, incluyendo el robo de una camioneta Kia Sorento que fue utilizada para escapar del lugar.
La condena a 40 años de prisión dictada a Pires por este triple femicidio ha sido recibida con alivio por parte de las familias de las víctimas y la comunidad.
El caso sigue generando profunda indignación y tristeza en el país, al tiempo que abre un debate sobre la violencia de género y la necesidad de implementar medidas más efectivas para prevenir estos crímenes.
Este tipo de hechos no solo afectan a las familias directamente involucradas, sino que generan una profunda sensación de inseguridad en toda la sociedad, declaró un especialista en criminología local.
Es fundamental trabajar en conjunto para combatir la violencia contra las mujeres y garantizar su seguridad.
La justicia paraguaya continúa investigando la posible participación de Pires en otro doble femicidio ocurrido en Naranjito, San Rafael, donde Fátima Gonçalves Ramos (46 años) y su hija Giseli Gonçalves (17) fueron asesinadas de forma similar a las víctimas del triple femicidio.