El canciller alemán Olaf Scholz ha prometido una pronta reforma legislativa para restringir el acceso a armas, tras un brutal ataque con cuchillo en la ciudad de Solingen que dejó tres personas fallecidas.
Esto debe ocurrir y ocurrirá muy rápidamente, afirmó Scholz durante su visita a la localidad renana del Norte-Westfalia.
El canciller se mostró seguro de que una propuesta del gobierno federal para endurecer las leyes sobre armas podría ser aprobada con rapidez por el Bundestag y el Bundesrat.
El atentado, perpetrado por un refugiado sirio de 26 años durante la fiesta de fundación de Solingen el pasado viernes, ha desatado un intenso debate sobre la inmigración y el control de armas blancas.
Esto fue terrorismo, terrorismo contra todos nosotros, declaró Scholz visiblemente conmovido. Nunca lo toleraremos, nunca lo aceptaremos.
El canciller expresó su profunda tristeza por el crimen, afirmando que sentimos profundamente lo terrible que es este crimen.
Nos conmueve a todos y ninguno de nosotros lo olvidará jamás. Scholz se declaró furioso y enfadado por la acción violenta del atacante.
La ministra del Interior, Nancy Faeser, ha propuesto reducir la longitud máxima permitida para los cuchillos de bolsillo de 12 a 6 centímetros como medida preventiva.
La eficacia de estas medidas en la prevención de futuros ataques es cuestionada por algunos sectores políticos.
No serán suficientes, afirmó el Ministro Presidente de Renania del Norte-Westfalia Hendrik Wüst, uno de los líderes de la Unión Cristiano Demócrata (CDU).
Wüst ha exigido consecuencias concretas en la política de asilo y seguridad, y ha defendido que las personas sin derecho a residir en Alemania deben ser expulsadas con mayor facilidad.
La CDU está presionando para que se restrinjan las aceptaciones de solicitantes de asilo provenientes de Siria y Afganistán.
Wüst también hizo un llamado a una lucha más firme contra el terrorismo islamista: Esta sociedad libre no puede ser derribada, pero también debe ser capaz de defenderse, a un nivel adecuado a este desafío.
Se cuestiona si las autoridades están adecuadamente equipadas para enfrentar esta amenaza.
El alcalde de Solingen, Tim Kurzbach, pidió que los debates posteriores al atentado no se desarrollen a espaldas de la ciudad.
Calmémonos, imploró tras una reunión con Scholz y Wüst.No se trata solo de Solingen: se trata de nuestro país.