Un antiguo testimonio sobre el enigmático ser conocido como el Ucumar ha resurgido, añadiendo un nuevo capítulo a las misteriosas apariciones que se han reportado en Salta durante décadas.

José Pérez, un gaucho de 63 años residente actualmente en la capital salteña, ha roto su silencio tras casi tres décadas para contar su aterrador encuentro con la criatura en mayo de 1994, cuando trabajaba en el campo en Lumbreras, departamento de Metán.

En una entrevista reciente grabada para el canal de YouTube Ucumar, Metán, Salta, conducido por los investigadores Héctor Ortíz y Carlos Luna, Pérez describió su experiencia con detalles escalofriantes.

Según su relato, mientras cazaba solo en un área remota, sintió que alguien lo agarraba y lo levantaba del suelo, cargándolo sobre el hombro.

Los perros estaban buscando algo, y yo creí que perseguían un chancho o una corzuela.Pero lo que me pasó fue indescriptible, recordó Pérez visiblemente afectado por la memoria.

Pérez describió al ser como peludo y de gran tamaño, arrojándolo posteriormente a varios metros de distancia como si fuera una bolsa de papas.

Tras el incidente, Pérez experimentó un profundo trauma psicológico que le impidió hablar durante días.

Fue internado en el hospital de Metán y la policía intentó tomarle declaración, pero su estado mental no le permitía comunicarse.

Llegué a la casa donde me alojaba y no podía hablar, relató Pérez.Me acuerdo de haber tomado un rifle que no era mío, pero estaba tan aterrorizado que ni siquiera recordaba si llegué con el arma.

El impacto del encuentro fue tan profundo que Pérez tuvo que abandonar Lumbreras debido a los burlas y apodos que recibió por su experiencia.

Lorenzo Ordoñez, un policía jubilado que en ese momento estaba de guardia en el destacamento de Lumbreras, corroboró la historia de Pérez.

Él llegó al destacamento llorando y haciendo señas, recordó Ordoñez. En un papel escribió que un bicho o algo grande lo había cargado al hombro.

La investigación del caso por parte de los investigadores Ortíz y Luna ha arrojado luz sobre un testimonio previamente ignorado, alimentando las teorías sobre la existencia del Ucumar y su posible impacto en la vida de aquellos que se cruzan con él.