El regreso contundente de la gripe A este invierno ha generado preocupación en el ámbito sanitario.
El aumento significativo de casos, especialmente durante las fiestas navideñas, se atribuye a factores como las reuniones familiares y el descenso de las temperaturas, que favorecen la propagación viral.
Las urgencias y centros de atención primaria se encuentran bajo presión debido al incremento de pacientes con síntomas gripales.
La Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), junto a profesionales del grupo sanitario Ribera, han destacado la importancia de medidas preventivas para controlar la situación.
La prevención es clave para evitar complicaciones mayores, enfatiza el doctor Juan Pérez, especialista en medicina de urgencias de la SEMES. Es fundamental recordar las recomendaciones básicas que hemos aprendido durante la pandemia de COVID-19.
Entre los consejos más relevantes se encuentran: el lavado frecuente de manos, la utilización de pañuelos desechables y su correcta disposición, evitar besos y contacto cercano, así como el uso de mascarilla en espacios cerrados y concurridos.
Mantener una higiene adecuada del entorno doméstico, ventilando las habitaciones y limpiando superficies comunes con productos desinfectantes, resulta crucial para reducir la transmisión viral.
La gripe A puede ser especialmente peligrosa para personas vulnerables, como los mayores de 65 años, niños pequeños, embarazadas y personas con enfermedades crónicas, advierte la doctora María López, epidemiólogo del grupo sanitario Ribera.
En estos casos, es fundamental extremar las precauciones.La vacunación contra la gripe se presenta como una medida preventiva efectiva para grupos de riesgo.
El periodo de contagio de la gripe A puede extenderse desde un día antes del inicio de los síntomas hasta siete días después, con mayor capacidad de transmisión durante los primeros tres días.
Si experimentas síntomas gripales, lo más recomendable es permanecer en casa para evitar contagiar a otras personas, añade el doctor Pérez.
La consulta con un profesional sanitario se considera esencial en caso de duda o si los síntomas son graves.