Raúl Costes, periodista de Salvador Mazza (Salta), afirma estar sufriendo una campaña de intimidación por parte de la policía luego de ser testigo del operativo en el que se incautaron 420 kilos de cocaína.

El incidente, ocurrido hace aproximadamente un mes, involucró a agentes policiales que fueron detenidos y uno que se fugó hacia Bolivia.

Costes relata que su cobertura periodística sobre el operativo fue seguida por una serie de eventos sospechosos.

Dos semanas después, un ciudadano fue asaltado por dos individuos que se hacían pasar por policías.

Costes publicó en su sitio web el video del asalto y un mensaje del afectado, lo que según él desencadenó la persecución.

Un individuo con antecedentes delictivos acudió a su domicilio para acusarlo de haber proporcionado información que llevó a su detención durante una hora.

Me dijo que yo aporté la información para que lo detuvieran, explica Costes, quien asegura sentirse amenazado por esta situación, especialmente al vivir con sus tres hijos menores de edad.

Esto deja a la policía mal parada, ya que la comunidad, en qué medida puede confiar al denunciar algún delito, plantea el periodista, cuestionando la credibilidad institucional y la seguridad ciudadana.

El caso se ha amplificado tras la publicación del audio donde el individuo menciona el nombre del oficial que supuestamente lo detuvo y le mencionó a Costes.

Costes también criticó la selección de personal policial: Solo piden un certificado de buena conducta o antecedentes, pero no ven más allá.

A raíz de sus declaraciones, fue citado por otro policía, quien lo denuncia en lo civil por manchar su honorabilidad.

El periodista asegura estar con un abogado y ha presentado una denuncia para investigar cómo se le proporcionó su información al delincuente.