El Programa de Atención Médica Integral (PAMI), la principal obra social para jubilados y pensionados en Argentina, ha generado controversia al aclarar que una categoría específica de beneficiarios no podrá acceder a sus servicios médicos.
Se trata de los titulares de Pensiones No Contributivas (PNC). Esta decisión se basa en el artículo 10 del Reglamento de Compras y Contrataciones del organismo previsional.
A pesar de la posibilidad para los demás jubilados e pensionados de incluir familiares directos en su plan PAMI, esta excepción impide que los beneficiarios de PNC afilien a sus seres queridos al sistema, incluso si ellos mismos son titulares de un plan familiar.
Esta normativa busca evitar duplicidades y asegurar la correcta administración de recursos, explica una fuente del organismo previsional quien prefiere mantener el anonimato.
La medida ha generado preocupación entre los afectados. Es incomprensible que nos priven de un servicio médico fundamental cuando ya enfrentamos dificultades económicas, comenta Margarita Rodríguez, titular de PNC por vejez.
No podemos acceder a Incluir Salud, el programa del Ministerio de Salud, porque no cubrimos todas las prestaciones que necesitamos.
PAMI argumenta que los beneficiarios de PNC disponen del Programa Incluir Salud, gestionado por el Ministerio de Salud de la Nación.
Este programa no ofrece la misma cobertura que PAMI, generando una brecha en la atención médica para esta población vulnerable.
La falta de acceso a un sistema integral de salud aumenta la vulnerabilidad de los jubilados y pensionados que dependen de las PNC, señala Alicia Fernández, experta en derecho social.
Es fundamental buscar soluciones que garanticen el derecho a la salud para todos los sectores de la población.