El país se prepara para un nuevo incremento en los precios de los combustibles, con una alza estimada del 4% a partir del próximo día.
Esta medida, impulsada por la devaluación mensual crawling peg, el aumento del impuesto a los combustibles (decreto 7702024) y la necesidad de reajustar la rentabilidad de las empresas petroleras, impactará directamente en el bolsillo de los argentinos.
En Salta, donde los precios de la nafta ya superan los 1.000 pesos el litro desde hace dos meses, este nuevo aumento significa un golpe significativo para los conductores.
Según datos de YPF, una suba del 4% llevaría al precio del litro de nafta súper a los 1.108,6 pesos, mientras que la nafta Infinia o premium alcanzaría los 1.334,32 pesos.
El gasoil también se verá afectado, con un incremento que llevaría el litro de Diésel 500 a 1.184,56 pesos y el litro de Infinia Diésel a 1.401,92 pesos.
Este nuevo aumento en los combustibles es una mala noticia para los consumidores, ya que aumenta la inflación y afecta directamente el poder adquisitivo de las familias argentinas, declaró un economista consultado por este medio.
El impacto del incremento se hace aún más palpable en un contexto de desaceleración del consumo de combustible.
Según un informe de la consultora Politikon Chaco, las ventas de nafta registraron una caída del 12% en comparación con junio de 2023, marcando el séptimo mes consecutivo con descensos.
La demanda se está desplazando hacia el segmento súper por ser más barato.
La falta de transparencia por parte del Ministerio de Economía y las empresas petroleras genera incertidumbre y preocupación entre los ciudadanos.
La población deberá esperar hasta el primer minuto del próximo día para conocer los nuevos precios que deberán pagar por la gasolina, lo que aumenta la tensión ante la inminente alza.