El Concejo Deliberante de la ciudad de Salta aprobó una nueva ordenanza que busca actualizar el régimen jurídico de los cementerios municipales.
La norma, impulsada por la concejal Agustina Álvarez, aborda diversos aspectos relacionados con las inhumaciones, cinerarios y columbarios, permisos para nichos y mausoleos, y establece la política mortuoria a nivel municipal.
El objetivo principal es solventar los problemas que la gente venía enfrentando y brindar soluciones claras, explicó Álvarez al referirse a la necesidad de modernizar el sistema actual.
Había situaciones complejas con los mausoleos, por ejemplo, cuando el titular fallecía y quienes se encargaban no podían tomar decisiones.
Esta ordenanza busca adaptar la normativa a las necesidades del siglo XXI, facilitando trámites y mejorando la experiencia de los ciudadanos.
La nueva ley declara parte del dominio público las tierras municipales destinadas a cementerios y le otorga a la Intendencia el poder de policía en materia mortuoria dentro de estos espacios, incluyendo actividades relacionadas con el traslado, custodia y conservación de cadáveres, independientemente de si el servicio es público o privado.
Entre los principios que rigen la política mortuoria se destacan: garantizar la dignidad y respeto hacia el difunto y sus familiares; asegurar un entierro digno para todos los habitantes; respetar las diversas creencias religiosas y costumbres; e incentivar la mejora continua en la calidad de los servicios funerarios, tanto públicos como privados.
El segundo capítulo de la ordenanza detalla aspectos relacionados con las inhumaciones, especifica tipos permitidos y prohíbe el uso de ataúdes metálicos en tierra.
Asimismo, se establece una prohibición para la exhumación de cadáveres después de tres días hábiles desde la inhumación, excepto cuando sea ordenada por una autoridad judicial.
Esta reforma normativa busca no solo actualizar los mecanismos legales que rigen los cementerios municipales, sino también generar un impacto positivo en la experiencia de quienes se ven enfrentados a la pérdida de un ser querido.
La modernización de las políticas funerarias se presenta como una respuesta a las necesidades del presente y un compromiso con el bienestar emocional de la comunidad salteña.