Makro en Argentina: ¿Fin de una era?
Una posible salida de Makro del mercado argentino genera incertidumbre y temor entre los empleados y sus familias.
La cadena de supermercados mayoristas, presente en el país desde 1988 con 24 sucursales distribuidas en 10 provincias, estaría en proceso de venta de sus activos por un valor estimado de 200 millones de dólares.
Si bien la oficina central de Makro en Buenos Aires niega formalmente la venta, fuentes cercanas a la empresa confirmaron a medios especializados como Infobae que se están llevando a cabo negociaciones con potenciales compradores, entre ellos competidores del sector.
La situación es preocupante para nosotros, declaró un empleado de Makro en Salta, quien pidió el anonimato por temor a represalias.
No sabemos qué pasará con nuestros trabajos y cómo afectará a nuestras familias. El posible cierre de la empresa generaría un impacto significativo en la comunidad local, donde Makro se ha convertido en una parte importante del tejido económico.
Expertos señalan que la decisión podría estar motivada por la crisis económica actual que afecta al país, con una marcada caída en el consumo masivo y una alta inflación que erosiona los márgenes de ganancia de las empresas.
Makro es una empresa que depende fuertemente de un mercado interno fuerte, explicó un analista económico.
En este contexto tan complejo, la decisión de vender o retirarse del mercado podría ser una estrategia para asegurar su supervivencia.
Mientras tanto, el Banco Santander se encuentra al frente de las negociaciones por la venta de los activos de Makro en Argentina.
El futuro de la cadena en el país aún es incierto, pero la incertidumbre genera angustia entre los empleados y sus familias que esperan con ansias un desenlace a esta situación compleja.