La participación de la reina Isabel II en el Círculo Místico de Bardos por el Archidruida Crwys Williams, durante el Eisteddfod Nacional de Gales en Mountain Ash, Glamorgan, ha sido objeto de debate y controversia a lo largo del tiempo.
Historiadores y expertos en la realeza británica analizan este evento como uno de los momentos más inusuales en la vida de la monarca, considerando el contexto cultural y religioso del Círculo Místico.
El Eisteddfod, un festival que celebra la música y la literatura galesa con profundas raíces históricas, alberga ceremonias antiguas vinculadas al culto místico, como el Círculo Místico de Bardos.
Este círculo, conforme a testimonios de expertos, se remonta a 1176, pero sufrió interrupciones tras la pérdida de independencia de Gales ante el rey Eduardo I. A pesar de ello, la Sociedad Gwyneddigion logró revivir esta tradición, consolidando su importancia dentro del tejido cultural galesa.
La participación de la reina en este evento ha sido interpretada por algunos como una estrategia para obtener la aceptación y legitimidad del pueblo galés.
Se buscaba imbricar a la realeza británica con el folclore y las tradiciones ancestrales de Gales, reconociendo la importancia de la Gorsedd, un símbolo central del nacionalismo galés, explica un historiador especializado en la época.
La figura del Príncipe de Gales, como heredero al trono, se beneficia particularmente de este reconocimiento ancestral para fortalecer su imagen ante el pueblo gales.
La participación de la reina en el Círculo Místico de Bardos también ha sido cuestionada por algunos historiadores que señalan la presencia de masones entre los participantes.
Esta conexión con grupos considerados esotéricos genera debate sobre la naturaleza y las motivaciones detrás de la participación real.
La controversia persiste, dejando abierta la pregunta sobre la verdadera intención de la reina Isabel II al asistir a este evento tan particular dentro del contexto cultural galés.