El verano, con su calor intenso y exposición solar, requiere una atención especial hacia nuestros pies, a menudo relegados a un segundo plano.
La podóloga del hospital Ribera Polusa Lugo, Chus Pérez Amor, destaca la necesidad de protegerlos ante los efectos nocivos del sol y el calor.
Los principales enemigos del pie en verano son el calor y el sol, afirma Pérez Amor.
En esta época estival, la piel del dorso del pie y el empeine, zonas que frecuentemente olvidamos proteger con crema solar, se expone a un mayor riesgo de lesiones.
La sobreexposición al sol puede provocar quemaduras y envejecimiento prematuro, aumentando la susceptibilidad a infecciones y enfermedades cutáneas.
Los cuidados específicos varían según el estilo de vida de cada individuo.Un deportista tendrá necesidades distintas a alguien que trabaja con calzado de seguridad o botas de goma.
Alternar entre tiempo libre y trabajo implica condiciones ambientales diferentes para los pies. En grupos especialmente sensibles, como bebés y personas mayores, cuya piel es más delicada, se requiere un cuidado aún más meticuloso.
El calzado inadecuado puede agravar las molestias.Las chanclas, escarpines y cangrejeras, apropiadas para momentos puntuales en piscina o playa, no son recomendables para caminar largas distancias o usarlas durante periodos prolongados.
Para una mayor comodidad y protección, se aconsejan sandalias que sujeten bien el pie, con abrochamiento en el tobillo y soporte para el empeine.
La suela debe tener un grosor entre cinco y diez milímetros para amortiguar el impacto del caminar.
La hidratación es fundamental para mantener la salud de los pies. El talón, zona especialmente propensa a la resequedad, requiere una atención especial.
Se recomienda revisar con regularidad las manchas y pecas en la piel del pie, ya que el melanoma puede manifestarse en áreas como la planta del pie, el espacio interdigital o el canal ungueal.
La consulta con un podólogo es fundamental para detectar a tiempo cualquier anomalía.
El aire libre es esencial para la salud de los pies.
Pérez Amor destaca la importancia de usar calzado que permita su ventilación, sobre todo en días calurosos.
Es crucial aumentar las medidas de higiene y prevención ante el aumento de enfermedades como hongos en las uñas o pie de atleta, comunes en piscinas públicas, duchas compartidas y con mayor exposición solar.
La frecuente aplicación de esmaltes semipermanentes, que se endurecen con lámpara, puede dañar la uña.