Una reciente tormenta geomagnética ha puesto en evidencia la fragilidad del ecosistema espacial y su potencial impacto en la vida en la Tierra.
Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han alertado sobre los serios desafíos que esta perturbación solar planteó para la infraestructura orbital, provocando desviaciones impredecibles en las trayectorias de cientos de satélites en órbita terrestre baja (LEO).
La zona LEO, crucial para diversas aplicaciones como la observación satelital y la comunicación global, alberga una creciente cantidad de dispositivos.
De acuerdo con datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), se han registrado más de un millón de satélites artificiales destinados a brindar servicios de internet, lo que ha generado preocupación entre los científicos sobre la sostenibilidad y seguridad del espacio orbital.
Estamos creando problemas de sostenibilidad y seguridad en un espacio ya de por sí saturado, afirma un estudio reciente sobre el tema.
La proliferación de constelaciones satelitales como Starlink exige establecer límites estrictas para su mantenimiento, evitando así desvíos indeseados en sus órbitas, según advierte Space.com.
La tormenta geomagnética, causada por la actividad solar y la llegada de partículas energéticas al campo magnético terrestre, generó un efecto dominó en los satélites LEO. Un millón de dispositivos artificiales se encuentran en esta órbita, donde viajan a velocidades superiores a los 7 km/s, completando una vuelta alrededor del planeta cada 90 minutos.
La combinación del arrastre impredecible de los satélites y las maniobras masivas dificultó la identificación de posibles colisiones durante la tormenta y en los días siguientes, explica el estudio del MIT. Este evento ha puesto en evidencia la necesidad urgente de comprender mejor cómo estas tormentas impactan el funcionamiento de los satélites para garantizar su seguridad a largo plazo en LEO, especialmente considerando que muchos servicios esenciales para la humanidad se basan en ellos.
Santiago Vargas, Doctor en Astrofísica del Observatorio Astronómico de la Universidad Nacional, describe las geotormentas como perturbaciones en el campo magnético terrestre causadas por la actividad solar.
Estas erupciones solares pueden afectar las comunicaciones, redes eléctricas y sistemas de navegación, además de representar riesgos para las naves espaciales y los astronautas.
Si bien se espera un aumento en la frecuencia de estas tormentas geomagnéticas a medida que el Sol se acerca al máximo solar, su impredecibilidad plantea un desafío constante para la gestión del espacio orbital y la protección de infraestructuras terrestres cruciales.