La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado una emergencia sanitaria internacional debido al repunte global de la viruela del mono, ahora conocida como mpox.
Esta decisión, tomada tras detectar tendencias preocupantes en la propagación del virus, marca solo el segundo caso de emergencia mundial en dos años.
El brote, originado en la República Democrática del Congo, ha trascendido fronteras africanas y se ha extendido a otros continentes.
La OMS inició en la semana anterior el proceso para autorizar vacunas contra la mpox de manera urgente, ante los alarmantes números registrados.
La declaración de emergencia se produjo durante una reunión del Comité de Emergencia del Reglamento Sanitario Internacional (RSI), convocada específicamente para analizar el rebrote de mpox en 2024.
Esta acción coincide con la primera alerta continental decretada por los Centros Africanos para el Control y Prevención de Enfermedades, tras registrarse más de 15.000 casos y 461 muertes por el virus en lo que va del año.
Las tendencias actuales de propagación del mpox representan una amenaza significativa para la salud pública global, afirmó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, durante la reunión del RSI. La declaración de emergencia sanitaria internacional nos permite movilizar recursos y coordinar esfuerzos globales para controlar y detener la expansión del virus.
Expertos en salud pública resaltan la importancia de esta medida para fortalecer las estrategias de vigilancia, prevención y control del mpox a nivel mundial.
Es crucial que los países implementen medidas efectivas de aislamiento y cuarentena, junto con campañas de vacunación y educación pública, señaló un especialista del World Health Organization (WHO).
La declaración de emergencia por parte de la OMS tiene el objetivo de aumentar la conciencia sobre el virus y promover una respuesta coordinada internacional para contener su propagación.
El impacto emocional de esta noticia es palpable en las comunidades afectadas, que viven con incertidumbre y temor ante la posibilidad de nuevos contagios.
La comunidad médica trabaja incansablemente para desarrollar tratamientos eficaces y controlar la expansión del mpox, buscando así minimizar el impacto humano y sanitario del virus.