El colágeno, una proteína esencial para la estructura y elasticidad de la piel, disminuye su producción a partir de los 25 años.

Esta pérdida gradual puede traducirse en flacidez, arrugas y manchas.Si bien alimentos como frutos secos y aguacate son considerados fuentes naturales de colágeno, el limón emerge como un aliado más potente debido a su alto contenido en vitamina C.

La vitamina C es fundamental para la síntesis del colágeno, explica la Dra.

María García, dermatóloga experta en envejecimiento cutáneo.Actúa como un catalizador en este proceso, fortaleciendo las fibras de colágeno y mejorando la firmeza y elasticidad de la piel.

Más allá de su impacto directo en la producción de colágeno, el limón también aporta beneficios antioxidantes que protegen la piel del daño causado por los radicales libres.

Los antioxidantes presentes en el limón neutralizan los agentes externos que aceleran el envejecimiento, añade la Dra.

García, lo que contribuye a una tez más radiante y joven.
El consumo regular de limón se asocia con diversos beneficios para la salud de la piel:

Protección solar: El ácido cítrico presente en el limón actúa como barrera natural contra los rayos UV del sol, reduciendo el daño celular e inflamación.

Clarificación del tono: El limón ayuda a disminuir manchas oscuras y la hiperpigmentación, promoviendo un cutis más uniforme.

Cicatrización acelerada: La vitamina C estimula la producción de nuevas células, lo que contribuye a una cicatrización más rápida y a la reducción de marcas visibles.

Hidratación y revitalización: El limón aporta hidratación profunda a la piel, mejorando su aspecto y luminosidad.

Más allá del limón:
del consumo regular de este cítrico, se recomienda integrar en la dieta alimentos ricos en colágeno como el caldo de huesos, pescado, mariscos, carne roja y pollo.

Igualmente, productos como la gelatina y las claras de huevo, así como frutas como fresas, moras y arándanos, son fuentes importantes de esta proteína esencial.

Recuerda que una piel radiante es resultado del equilibrio entre una alimentación rica en nutrientes, un estilo de vida saludable y cuidados específicos para su cuidado.