La comunicación no verbal, a menudo llamada lenguaje corporal, juega un papel crucial en la transmisión de mensajes sin recurrir a palabras explícitas.
En una interacción cara a cara, las señales no verbales enriquecen y completan el significado del discurso oral.
Para algunas personas, el simple acto de mantener el contacto visual durante una conversación puede ser un desafío significativo, dando lugar a diversas interpretaciones sobre sus motivaciones e intenciones.
La timidez, caracterizada por la tendencia a evitar interacciones sociales por temor al fracaso o al rechazo, es una razón común detrás de la evasión de la mirada.
Esta dificultad para conectar con los demás visualmente puede generar malentendidos y dificultar la construcción de relaciones auténticas.
El doctor Ronald E. Riggio, docente de liderazgo y psicología organizacional en Claremont McKenna College (EEUU), señala que la mirada no siempre refleja la verdad.
En investigaciones sobre el engaño, se observó que los mentirosos a menudo establecen un mayor contacto visual que cuando hablan con sinceridad, quizás para contrarrestar la creencia popular de que los mentirosos evitan mirarte a los ojos.
El lenguaje corporal es complejo y multifacético. Más allá de la mirada, gestos, postura y expresiones faciales transmiten información valiosa sobre el estado emocional, las intenciones y la percepción del interlocutor.
La desviación de la mirada puede indicar nerviosismo, inseguridad o incluso una forma amistosa de mostrar atención, dependiendo del contexto y otras señales no verbales acompañantes.
Para quienes luchan por mantener el contacto visual, los expertos recomiendan estrategias para facilitar la comunicación.
Introducir movimientos durante la conversación, como caminar mientras se habla o preparar una bebida, puede ayudar a romper la tensión y generar un flujo más natural de miradas.
También se sugiere ser honesto sobre las razones detrás de la desviación de la mirada, como por ejemplo: Disculpe, pero no estaba mirando porque estaba pensando.
Aprender a interpretar el lenguaje corporal requiere práctica y atención, tanto para quienes emiten señales como para quienes las reciben.
La comunicación efectiva implica una comprensión profunda del lenguaje verbal y no verbal, permitiendo construir relaciones más sólidas y auténticas.