En una decisión histórica, los líderes del Grupo de los Siete (G7) acordaron un préstamo de US$50.000 millones para Ucrania, financiado con los intereses generados por los activos rusos congelados como consecuencia de la invasión a gran escala del país en 2022.
El acuerdo, considerado un cambio de reglas del juego por el primer ministro británico Rishi Sunak y un paso histórico por el canciller alemán Olaf Scholz, busca ayudar al gobierno ucraniano a afrontar los desafíos financieros y militares derivados del conflicto.
El plan implica solicitar un préstamo en los mercados internacionales con los intereses provenientes de los US$325.000 millones en activos rusos congelados, que generan aproximadamente US$3.000 millones anuales.
Estos fondos se destinarán a Ucrania para apoyar sus esfuerzos de defensa y reconstrucción, además de financiar infraestructuras energéticas.
La medida ha sido celebrada por el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky como un recordatorio a Moscú de que la comunidad internacional no permitirá que Rusia imponga su voluntad.
Este dinero pondrá esos activos a trabajar para Ucrania, afirmó Zelensky.
la decisión ha generado reacciones negativas en Rusia, que considera la utilización de sus activos congelados como un acto ilegal y amenazó con dolorosas represalias.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, calificó el acuerdo como un robo y advirtió sobre las consecuencias para las relaciones bilaterales.
Paralelamente al acuerdo financiero, Estados Unidos y Ucrania firmaron un pacto por 10 años que busca fortalecer la seguridad del país.
El acuerdo establece una respuesta conjunta en caso de ataque armado contra Ucrania y compromete a Washington a apoyar el desarrollo militar ucraniano a través de entrenamiento, planificación conjunta y ciberseguridad.
Este nuevo compromiso con la defensa de Ucrania, según el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, busca transmitir un mensaje claro de apoyo duradero por parte de Estados Unidos.
El acuerdo pretende demostrar que el apoyo de EE.UU. durará mucho tiempo en el futuro y promete una cooperación continua, en particular en el espacio de defensa y seguridad, destacó Sullivan.
La importancia del préstamo para Ucrania reside en su capacidad para fortalecer la economía nacional debilitada por la guerra, financiar la industria de defensa y reducir su dependencia de los aliados occidentales para su supervivencia.