La incertidumbre sobre el futuro del cepo cambiario persiste en Argentina, con expertos analizando dos posibles escenarios que podrían dar forma al plan económico gubernamental.

La consultora EcoGo, dirigida por Marina Dal Poggetto, ha planteado un panorama complejo marcado por la necesidad de gestionar la inflación y las presiones financieras.

En un contexto donde el riesgo país se ubica en 1.550 puntos básicos y el Banco Central carece de dólares suficientes, el Gobierno enfrenta desafíos importantes para mantener la estabilidad económica.

El ministro de Economía, Luis Caputo, se aferra a un ritmo de devaluación del 2% mensual, un dólar blend para las exportaciones (80% oficial y 20% Contado Con Liquidación) y un superávit primario proyectado del 1,7%.

El panorama económico presenta fisuras que generan dudas sobre la sostenibilidad del programa financiero.

EcoGo destaca dos escenarios posibles:

El Milagro Trump: Este escenario se basa en la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses y su capacidad para desbloquear desembolsos frescos por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) para Argentina, al menos US$20.000 millones para financiar el atraso cambiario, el dólar exportador y un nuevo cronograma de pago en cuotas para importaciones.

En este caso, el Banco Central reduciría el crawling peg a 1% mensual en 2025, buscando controlar la inflación, que cerraría el año en torno al 29%.

La Devaluación Profunda: Este escenario contempla un salto del 40% del tipo de cambio en enero, alcanzando el nivel post-PASO de agosto de 2023.

Se eliminaría el dólar blend y se implementaría un ritmo de devaluación más cercano a la inflación, con una tasa de interés levemente positiva.

La inflación iniciaría en niveles más altos, pero la transmisión de precios de la devaluación sería más moderada que en el caso de un salto inicial brusco.

El Peso del Cepo:

EcoGo enfatiza que la prioridad del Gobierno es bajar la inflación y evitar riesgos en un año electoral.

El cepo cambiario se mantiene como una herramienta para controlar las presiones inflacionarias y estabilizar las reservas, aunque esto implica costos políticos y económicos.

Para que funcione (cualquier escenario), se necesita que baje el riesgo país.Es decir que además del compromiso con la consolidación fiscal, aparezca un programa financiero viable que permita ir reduciendo la dependencia de los controles de capitales, señala la consultora.

Javier Milei, presidente argentino, ha defendido la posibilidad de crecer con cepo cambiario, argumentando que su eliminación sin abordar las causas estructurales agravaría la crisis económica.

Vamos a respetar tiempos y condiciones de nuestro programa.El cepo lo vamos a sacar cuando avancemos a la fase 3, afirmó el mandatario.

El mercado local observa con cautela la evolución del cepo, esperando un escenario de desinflación y una reducción en la volatilidad del tipo de cambio.

La incertidumbre sobre las medidas que se implementarán en el futuro continúa siendo un factor clave para la economía argentina.