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La ciudad de Salta se encuentra conmovida por dos recientes casos de violencia familiar que evidencian la grave amenaza que representan las adicciones para el tejido social.
En ambos incidentes, la violencia derivó de un consumo problemático de sustancias y puso en riesgo la integridad física de los involucrados.
El primero involucra a una joven madre de 25 años, quien según la denuncia realizada por su propia madre, agredió físicamente a su bebé de seis meses.
La víctima se encuentra bajo protección judicial debido a antecedentes de violencia intrafamiliar.
El Fiscal penal 2, Ramiro Ramos Osorio, imputó provisionalmente a la joven por los delitos de lesiones agravadas por el vínculo y desobediencia judicial.
Esta situación refleja una preocupante realidad que nos interpela a todos, señaló el Dr. Carlos Sánchez, psicólogo especializado en adicciones.
Es necesario implementar políticas públicas integrales que aborden no solo el tratamiento de las sustancias, sino también los factores sociales y emocionales que contribuyen al ciclo vicioso de la violencia.
El segundo caso involucra a un hombre de 59 años, tío de una mujer que celebraba el cumpleaños de su hijo.
El sujeto llegó en estado de ebriedad y con un comportamiento agresivo, impidiendo el desarrollo del festejo e incluso golpeando a la propia homenajeada, quien requirió atención médica.
El fiscal penal 3 de Orán, Carlos Alberto Salinas, lo imputó provisionalmente por lesiones leves.
Estos casos nos recuerdan la urgencia de generar conciencia sobre los peligros del consumo problemático de sustancias y la importancia de brindar apoyo a las víctimas y sus familias, declaró el Dr. Juan Pérez, director de un centro especializado en atención integral a la violencia familiar.
Ambos casos son una muestra cruda del impacto devastador que generan las adicciones dentro de los hogares, evidenciando la necesidad de implementar políticas públicas más efectivas para prevenir y combatir este flagelo social.