En un hallazgo que promete revolucionar la exploración lunar, la NASA ha revelado la existencia de un vasto sistema de cuevas en la región del Mare Tranquillitatis, sitio icónico del alunizaje del Apolo 11.

Este descubrimiento abre nuevas posibilidades para el establecimiento de bases humanas permanentes en la Luna, ofreciendo protección contra los peligrosos rayos cósmicos y una temperatura estable.

Utilizando imágenes obtenidas por el Lunar Reconnaissance Orbiter, científicos de la Universidad de Trento han identificado enormes pozos lunares que podrían ser accesos a extensos túneles subterráneos.

Este hallazgo es extremadamente relevante para el futuro de la exploración lunar, afirma el Dr. Alberto Rossi, astrofísico del equipo investigador.

Las cuevas nos brindan una protección natural contra la radiación solar y meteorológica, así como un ambiente térmico estable crucial para la supervivencia humana a largo plazo.

Si bien el Mare Tranquillitatis no se considera ideal para el asentamiento humano debido a la falta de hielo en su superficie, la presencia de este sistema de cuevas lo convierte en un lugar potencialmente atractivo.

La combinación de refugio natural y acceso a recursos potenciales podría hacer que esta región sea una base estratégica para futuras misiones lunares, explica la Dra.

Maria González, especialista en planificación espacial.
Aunque los polos lunares, con sus depósitos de hielo, se consideran actualmente las zonas más prometedoras para asentamientos humanos, este descubrimiento amplía el abanico de opciones para la NASA y otras agencias espaciales que buscan establecer una presencia sostenible en nuestro satélite natural.

La investigación continuará explorando el potencial de estas cuevas como refugios para futuras misiones y posibles bases lunares permanentes.