En un hallazgo que ha sacudido el mundo del arte prehistórico, un equipo internacional de científicos ha desenterrado una pintura rupestre en Indonesia que se estima tiene al menos 51.200 años de antigüedad.
Este descubrimiento, publicado en la revista Nature, reescribe significativamente nuestra comprensión de la historia del arte humano y nos confronta con la profundidad y complejidad de las expresiones culturales previas a la escritura.
La pintura, localizada en la cueva de piedra caliza llamada Leang Karampuang en la isla de Sulawesi, representa tres figuras humanas interactuando con un cerdo salvaje.
Para determinar su antigüedad, los investigadores utilizaron una novedosa técnica conocida como análisis de ablación por láser serie U (LAU).
Esta técnica permitió datar pequeñas capas de carbonato de calcio que se habían formado encima del arte, revelando así la edad estimada de la misma.
Este descubrimiento es monumental, afirma Adhi Agus Oktaviana, especialista en arte rupestre indonesio y líder del proyecto.
Los humanos probablemente hayan estado contando historias durante mucho más tiempo que 51.200 años.
Como las palabras no se preservan a través del tiempo, solo podemos recurrir a representaciones visuales para comprender cómo los antiguos seres humanos expresaban su mundo.
El descubrimiento en Leang Karampuang no es un caso aislado.En una cueva cercana llamada Leang Bulu Sipong, los investigadores aplicaron la misma técnica LAU y dataron una pintura que muestra seres híbridos con cerdos verrugosos y búfalos enanos en 48.000 años.
Anteriormente se estimaba que esta pintura tenía 44.000 años.
Estos hallazgos desafían las perspectivas previas sobre el desarrollo del arte humano y abren nuevas preguntas sobre las capacidades cognitivas de nuestros antepasados.
La complejidad y la narrativa presente en estas pinturas rupestres sugieren una capacidad para la abstracción, la expresión simbólica y la comunicación social que se creía inexistente en épocas tan remotas, señala un experto en arqueología prehistórica, quien prefiere mantener su nombre anónimo.
Este descubrimiento no solo tiene implicaciones para la historia del arte sino también para nuestra comprensión de la evolución humana.
La capacidad de crear representaciones simbólicas puede ser una piedra angular en el desarrollo de la cultura, la lenguaje y la consciencia humana.
Los hallazgos en Indonesia nos invitan a reconsiderar nuestra propia historia y a explorar las profundidades del pasado humano con una nueva perspectiva.