Un nuevo estudio publicado en Nature Astronomy ha sacudido la comunidad científica al revelar que el agua, elemento esencial para la vida tal como la conocemos, podría estar ampliamente presente en exoplanetas, incluso aquellos previamente considerados inhóspitos.

Los astrónomos han basado durante años sus investigaciones sobre la probabilidad de vida extraterrestre en cuatro criterios: una órbita a una distancia adecuada de su estrella, suficiente gravedad para tener forma esférica, una atmósfera y la presencia de agua en la superficie.

Este nuevo estudio sugiere que muchos exoplanetas podrían haber sido erróneamente descartados por carecer de evidencia de agua superficial, cuando en realidad esta se encuentre oculta bajo sus capas rocosas.

Nos hemos dado cuenta de que son mucho más complejos de lo que pensábamos, afirma Caroline Dorn, catedrática de exoplanetas en la ETH de Zúrich y autora principal del estudio.

El descubrimiento surge tras investigaciones sobre la distribución del agua en nuestro propio planeta.

Simulaciones realizadas por el equipo de Dorn, junto con Haiyang Luo y Jie Deng de la Universidad de Princeton, demuestran que los océanos superficiales terrestres representan solo una pequeña fracción del agua total, mientras que más del 80% se encuentra atrapado en el interior del planeta.

Este proceso se produce debido a la interacción entre el agua y las gotitas de hierro presentes en la sopa de magma caliente que compone el manto terrestre en sus primeros estadios.

Estas gotitas actúan como ascensores, transportando el agua hacia el núcleo, donde queda atrapada.

Dorn explica que la distribución del agua también es importante para comprender cómo se forman y se desarrollan los planetas.

A medida que los exoplanetas se enfrian, el agua disuelta en el océano de magma puede desgasificarse y ascender a la superficie, lo que podría explicar la presencia de agua en la atmósfera de algunos planetas.

Los resultados del estudio tienen implicaciones profundas para la interpretación de los datos astronómicos existentes.

Las mediciones actuales, basadas en la masa y tamaño de los exoplanetas, podrían estar subestimando drásticamente su contenido de agua en hasta diez veces.

Los planetas son mucho más abundantes en agua de lo que se creía anteriormente, afirma Dorn.
El telescopio espacial James Webb, con su capacidad para analizar las moléculas presentes en la atmósfera de los exoplanetas, podría ayudar a confirmar esta hipótesis y proporcionar nuevas pistas sobre la distribución del agua en estos mundos lejanos.

El estudio también plantea la posibilidad de que planetas como K218b, conocido por su potencial habitabilidad, alberguen una mayor cantidad de agua oculta bajo la superficie, aumentando aún más las posibilidades de encontrar vida extraterrestre.