Nueve países latinoamericanos, liderados por Argentina, exigieron la revisión exhaustiva de los resultados electorales presidenciales de Venezuela, alegando preocupaciones sobre su transparencia y legitimidad.
En un comunicado conjunto emitido a través de la Cancillería Argentina, se expresan profundas dudas sobre el proceso electoral, especialmente en relación al conteo de votos, instando a una revisión completa con la presencia de observadores internacionales independientes.
El documento señala que la transparencia del conteo y la ausencia de dudas sobre los resultados son fundamentales para asegurar la voluntad popular y el respeto a la democracia.
Esta postura se alinea con las acusaciones de fraude presentadas por los partidos opositores venezolanos, quienes denuncian irregularidades durante el proceso electoral.
Los Gobiernos de Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay manifiestan su profunda preocupación por el desarrollo de las elecciones presidenciales de la República Bolivariana de Venezuela, se lee en el comunicado oficial.
Se agrega que exigen la revisión completa de los resultados con la presencia de observadores electorales independientes que aseguren el respeto de la voluntad del pueblo venezolano.
El gobierno argentino, bajo la dirección del presidente Javier Milei, ha sido particularmente crítico con las elecciones venezolanas, expresando su rechazo contundente al resultado preliminar.
A través de sus redes sociales, el ministro de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero, manifestó que La Argentina no será cómplice del fraude en Venezuela y bajo ninguna circunstancia reconocemos el resultado.
Ante la creciente tensión regional, Argentina propone una reunión urgente del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) para emitir una resolución que garantice la voluntad popular y los principios democráticos en la región, amparada por la Carta Democrática Interamericana.
La situación en Venezuela se torna cada vez más compleja, con el reclamo internacional amplificando las tensiones políticas y sociales dentro del país.
El resultado de esta crisis dependerá en gran medida de la respuesta de la comunidad internacional y la voluntad de diálogo entre los distintos actores políticos venezolanos.