Un atentado contra el ex presidente Donald Trump durante un mitin en Butler, Pensilvania, ha sacudido al país.

Un joven, identificado como Thomas Matthew Crooks, fue abatido por las fuerzas de seguridad tras disparar contra el mandatario, hiriéndolo levemente en la oreja derecha.

La tragedia dejó un saldo de una víctima mortal y dos heridos graves.

Los investigadores de la Policía del Estado de Pensilvania han revelado que Crooks se trepó a un techo cercano al lugar del mitin para realizar los disparos.

El sospechoso residía en Bethel Park, a unos 70 kilómetros de Butler. Según fuentes no verificadas, imágenes compartidas por vecinos coinciden con fotografías online de un individuo con rasgos similares a los del atacante.

La identidad y motivaciones de Crooks se han convertido en el foco de atención.Si bien era registrado como republicano afiliado, la agencia Reuters informó que a los 17 años donó 15 dólares a ActBlue, un comité político que financia campañas demócratas e izquierdistas.

Crooks era un joven solitario y reservado.No tenía muchos amigos y siempre parecía estar en sus propios pensamientos, comentó un antiguo compañero de escuela, quien prefirió mantener su anonimato.

Había sido víctima de acoso escolar y se había visto envuelto en algunos problemas con la ley.

La investigación policial ha centrado su atención en los hallazgos realizados en la vivienda y el vehículo del atacante.

Se espera que estos detalles puedan arrojar luz sobre sus intenciones y posibles conexiones con grupos radicales o movimientos extremistas.

El impacto emocional de este atentado se extiende por todo el país.El hecho de que un ex mandatario sea víctima de una agresión violenta, incluso si la herida es leve, ha generado preocupación e indignación en la población.